Oxidación del lubricante: qué es, cómo afecta y mantenimiento preventivo
En publicaciones anteriores, en el blog de Pochteca hemos mencionado la oxidación del lubricante como uno de los agentes más nocivos para los aceites. En esta ocasión, te contaremos qué es la oxidación, cómo se presenta y la forma de prevenirla a través del mantenimiento preventivo.
¿Qué es la oxidación de los lubricantes?
La oxidación en los lubricantes es un proceso de descomposición que se da de forma gradual en los aceites. Se lleva a cabo por la polimerización de las moléculas orgánicas que constituyen a los aceites, de modo que sus propiedades van cambiando en comparación con las originales.
Los equipos de trabajo se encuentran sometidos a diferentes elementos agresores: altas temperaturas, polvo, agentes contaminantes, además del desgaste y la fricción de los elementos móviles. Todo esto, en conjunto, puede causar efectos graves sobre el aceite.
Además de las causas naturales de la oxidación, existen catalizadores que pueden acelerar el proceso de oxidación, como:
- El cobre que procede de los rodamientos, tuberías y del desgaste de los lubricantes.
- Los compuestos ferrosos que se forman por la acción del agua y compuestos del aceite.
- Materias extrañas o contaminantes que se encuentran en suspensión en los aceites.
- El aumento de la viscosidad en el aceite que provoca la formación de compuestos insolubles que obstruyen el filtro.
- La acumulación de depósitos y sedimentos.
- La formación de compuestos de oxidación, que son corrosivos y aumentan conforme sube la temperatura del aceite.
Daños que provoca la oxidación en el aceite
Cuando la oxidación comienza a presentarse, las cadenas de hidrocarburos que forman a los aceites comienzan a romperse.
En un inicio, esto no se percibe; sin embargo, conforme avanza la oxidación, la lubricación de los rodamientos y componentes del motor comienza a ser afectada debido a que las moléculas del aceite modifican la forma en que lidia con la fricción entre las piezas que se encuentran en movimiento.
Pruebas de la oxidación de los lubricantes
Ya que la lubricación es clave para el funcionamiento de la maquinaria y equipos industriales, tanto los fabricantes de estas máquinas como de los aceites realizan pruebas para medir la oxidación de los lubricantes.
Una de estas pruebas consiste en el uso de un viscosímetro, un aparato para medir la viscosidad del aceite. Uno de los signos de oxidación es que la viscosidad del aceite se incremente, o que se vuelva espeso, lo cual impide el funcionamiento correcto de la maquinaria.
Otra prueba es la de humedad, que puede aplicarse mediante una espectroscopia infrarroja para conocer los niveles de humedad, los cuales, cuando están en exceso pueden obstruir los filtros o acelerar la oxidación de los ácidos, con lo que, eventualmente, se corroen los metales.
Algunos especialistas optan por hacer pruebas del índice de acidez y basicidad total, con lo que se monitorea la oxidación y descomposición de los lubricantes.
En ocasiones, los técnicos de mantenimiento pueden detectar partículas metálicas en el aceite, o bien, percibir un cambio en la coloración del aceite, el cual se vuelve más oscuro de lo normal.
Además, un aceite oxidado puede tener mal olor. Si bien las pruebas visuales pueden indicar oxidación, es importante realizar pruebas especializadas para evitar que el daño que causa sea grave.
Por ejemplo, un magnetómetro mide la masa de material ferroso en el lubricante, mientras que las pruebas con láser se usan para medir y contar las partículas de aceite.
Estas pruebas son más específicas y permiten detectar el grado de descomposición del aceite para prevenir los daños.
La importancia del mantenimiento preventivo en la oxidación del aceite
Además de las pruebas de oxidación del aceite, las empresas pueden controlar mejor el estado de sus lubricantes mediante programas de mantenimiento. Muchas organizaciones piensan que solo con programar los cambios de aceite de forma regular tendrán equipos trabajando de forma óptima. Sin embargo, si realizar pruebas no tienen evidencia de si cambian el aceite con demasiada frecuencia, desperdician aceite y mano de obra. Por el contrario, periodos muy prolongados de cambio pueden provocar daños a los equipos.
Una vez más, destacamos la importancia de las pruebas para llegar a la raíz de los problemas y programar mantenimientos preventivos más oportunos con el fin de identificar los agentes contaminantes y reducirlos o eliminarlos para prolongar la longevidad del lubricante.
Finalmente, los técnicos también pueden contribuir con su experiencia y contacto con la maquinaria. Además de realizar pruebas, recolectar información de los sensores que supervisan la viscosidad a través de las tasas de flujo, y evaluar visualmente la condición del aceite permite evitar las posibles causas de la oxidación del aceite. Además, recopilar los datos ayuda a crear un historial de mantenimiento para conocer la frecuencia y condiciones de lubricación para el equipo.
Mantén tus equipos en condiciones óptimas con la ayuda de Pochteca
En Pochteca somos distribuidores autorizados de la marca Castrol y con nosotros encontrarás el lubricante ideal para tu maquinaria junto con otros productos como limpiadores industriales y más. Además, contamos con servicios especializados como análisis de aceite usado, recolección de aceite, servicio técnico, entre otros.
Conoce más sobre nuestros servicios navegando por la página web y el cotizador. Para más información, utiliza el chat en línea, escríbenos al correo castrollubricantes@pochteca.net o llámanos al teléfono 800-813-0600. Con gusto te atenderemos.
Comentarios