Importancia de los lubricantes en la industria farmacéutica

En la industria farmacéutica se realizan procesos con maquinaria para acelerar la producción de distintas formas farmacéuticas y productos de cuidado personal. Para que trabajen correctamente, en vez de usar procesos manuales, se requieren complejos sistemas de fabricación, con piezas metálicas móviles trabajando a gran velocidad.

Los lubricantes en industria farmacéutica son de gran importancia para que las máquinas trabajen de forma óptima, segura y a la velocidad requerida. Hoy en el blog de Pochteca te contaremos las características de estos lubricantes y su importancia para la fabricación de productos farmacéuticos inocuos y de gran calidad.

¿Qué son los lubricantes para industria farmacéutica?

Los lubricantes en industria farmacéutica son fluidos o semifluidos que tienen la función de reducir el desgaste y la fricción de la maquinaria industrial, de modo que funcionen adecuadamente.

Al igual que otros lubricantes, los destinados a la industria farmacéutica se utilizan para facilitar el movimiento entre las piezas metálicas, protegiéndolas contra el desgaste, la corrosión, el exceso de calor, de modo que la maquinaria se mantenga limpia, en condiciones operativas y correcto funcionamiento.

En la industria farmacéutica, los lubricantes necesarios para la maquinaria son los de grado alimentario que cumplan con la certificación NSF H1 para evitar los riesgos relacionados con la potencial contaminación con el lubricante en el equipo de procesamiento y que puede causar graves afectaciones a la salud del consumidor.

Importancia de los lubricantes en la industria farmacéutica

La maquinaria industrial, así como los engranajes, piezas móviles y otros componentes están interconectados. Para que funcionen correctamente deben trabajar en conjunto, y el uso de un sistema de lubricación industrial es clave para evitar los problemas más frecuentes: la contaminación del sistema por los residuos que se generan por el roce entre piezas metálicas y el sobrecalentamiento de las máquinas.

Cuando la lubricación se aplica de forma correcta, los riesgos de corrosión y fricción ocasionados por las altas temperaturas disminuyen y las máquinas tienen periodos de vida útil más prolongados, menos costos de mantenimiento y menos fallas relacionadas con la lubricación.

Sin embargo, al uso de lubricantes conlleva cierto riesgo de contaminación por pérdidas o goteos en los circuitos, cintas transportadoras, cadenas, engranajes y rodamientos. Por esta razón, las normativas de formulación de lubricantes obligan a los fabricantes a garantizar que cada producto que comercializan es seguro e inocuo para el consumidor.

Certificaciones para los lubricantes farmacéuticos

Como ya mencionamos, los lubricantes farmacéuticos son de grado alimentario por lo que deben contar con las certificaciones de la National Science Foundation, NSF International, que establece los estándares de salud pública y seguridad ambiental.

Si bien la NSF es una organización con sede en Estados Unidos, cuenta con estándares tan aceptados en diferentes gobiernos que es un referente para las agencias regulatorias oficiales y departamentos de salud.

Las certificaciones emitidas por la NSF para lubricantes grado alimentario utilizados en la industria farmacéutica son:

• NSF H1. Los lubricantes con certificación H1 son aceptados para el contacto accidental con alimentos por lo que se pueden usar alrededor y en las áreas donde se procesan productos alimenticios. Esta certificación indica que el producto fue formulado con materias primas aprobadas por la FDA y se utilizan para lubricar piezas de maquinaria para protegerlas contra la corrosión.
• NSF H3. Los lubricantes con certificación H3 son aceptados para estar en contacto directo con los alimentos, ya sea como lubricantes o como desmoldantes. Algunos de estos lubricantes son aceites solubles o comestibles, por lo que son totalmente inocuos ante el consumo humano. Se usan para limpiar y prevenir el óxido en la maquinaria industrial.

Además de las certificaciones NSF, la Norma ISO 21469 también aplica en la formulación de lubricantes para la industria farmacéutica y alimentaria como complemento de la certificación H1, ya que establece los requisitos de higiene para su formulación.

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Los lubricantes Castrol cumplen con la certificación NSF-H1, han sido aprobados para su uso en la producción de alimentos kosher y cuentan con todos los requisitos que requiere la aplicación para la que se destinará, desde equipos hidráulicos hasta engranes, rodamientos o compresores que trabajen a bajas o altas temperaturas.

Con los lubricantes Castrol, la maquinaria y accesorios tendrán una vida útil prolongada, periodos más largos de mantenimiento, mayor productividad y contribuyen a la producción segura de formas farmacéuticas.

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