Diferencias entre aceites y grasas industriales
Los lubricantes industriales pueden ser sólidos, semisólidos o líquidos, es decir, grasas o aceites, y si bien sirven para lubricar maquinaria, tienen características distintas que es importante conocer para elegir el producto ideal para cada aplicación.
Las funciones de los lubricantes industriales son disminuir la fricción entre las superficies metálicas que se encuentran en contacto, disminuir la temperatura, llevar hacia el filtro las partículas procedentes de la combustión y el desgaste, evitar la corrosión en el motor o maquinaria, actuar como junta en dos componentes, entre otras. Sin embargo, sus diferencias son las siguientes:
- Las grasas tienen una consistencia semisólida, son más espesas y viscosas que los aceites y mantienen su forma por más tiempo cuando se encuentran a temperatura ambiente.
- Las grasas forman una película alrededor de las superficies donde se requiere lubricar, para que la fricción entre piezas sea muy baja, por lo que se utilizan en guías, cojinetes, transmisiones, piñones, levas, guías y sistemas abiertos, es decir, en equipos y maquinaria sometidos a presión elevada y condiciones extremas de temperatura.
- Los aceites son lubricantes que se encuentran en estado líquido, son resistentes al calor y su principal cualidad es que fluyen adecuadamente aunque el motor trabaje a baja velocidad o en frío. Suelen utilizarse en sistemas cerrados como compresores, mecanismos de transferencia, reductores mecánicos, transformadores, entre otros.
- El tipo de aditivos que utilizan son diferentes; las grasas suelen utilizar espesantes para incrementar la viscosidad, reducir la probabilidad de que haya fugas o ingresen agua y contaminantes al sistema. Por su parte, los aceites suelen tener una base mineral y se refuerzan con aditivos químicos para mejorar sus cualidades como resistencia a la corrosión, ante condiciones de trabajo extremas.
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¿Cuándo usar grasa y cuándo aceite?
Los lubricantes en aceite suelen usarse cuando se necesita evacuar calor y se trabaja a alta velocidad, mientras que la grasa se recomienda para aplicaciones donde se trabaja bajo condiciones normales de temperatura y velocidad. De la correcta elección de los lubricantes industriales depende la vida útil de la maquinaria, su óptimo funcionamiento y un buen consumo de combustible.
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